Es común que los viajeros nos pregunten cómo pueden evitar las lluvias al hacer El Camino de Santiago. La realidad es que es posible evitarlas casi por completo en alguna época del año que te mencionaremos a continuación, pero también es cierto que la mayoría de las rutas van por el norte de España y la meta del Camino es Santiago de Compostela en Galicia, una localidad caracterizada por sus hermosos e impresionantes paisajes verdes, los cuales, como seguramente ya lo estás pensando, se deben precisamente a sus frecuentes lluvias.
En esta bellísima región española, se registran lluvias en promedio ¡uno de cada dos días! y hasta 140 precipitaciones al año. Las estaciones con más lluvias son otoño e invierno, por lo que si buscas evitarlas, te recomendamos hacer el recorrido en primavera o verano, ¡Pero ojo! en marzo y abril suele llover, así que hablando de no querer mojarse, lo mejor sería hacerlo entre junio y agosto, sin embargo, en julio y agosto, el clima es más seco y las temperaturas pueden ser muy altas y agobiantes. Lo cual nos deja como fechas con menos lluvias: finales de mayo y junio. Aunque claro, hay que tener en mente que siempre podríamos encontrarnos con un poco de agua… y que recorrer estas rutas con algunas lluvias también tiene un especial encanto.
Andar el Camino sin encontrarte con al menos una llovizna o tal vez un buen chubasco, sería como haber perdido parte de su esencia más pura, la cual incluso podría aportar grandes beneficios y recuerdos entrañables a tu peregrinación: Imagina ese olor a tierra mojada que perdurará en tu memoria para llevarte siempre de vuelta a ese lugar por el que ibas caminando cuando comenzó a llover, la frescura que podrías sentir después de varios kilómetros de caminata, el aire renovado por el agua, el ambiente más limpio, la invaluable sensación de libertad al estar ¿y por qué no?, bailar bajo la lluvia…
Con esto en mente, podrás decirnos ¡Bien! Pero ¿Cómo sobrevivo el Camino de Santiago en esos días de lluvia?
Te daremos algunos consejos generales, que sin duda te ayudarán y cuando te decidas a hacer alguna ruta, podremos detallar a profundidad para ayudar a que tu Camino sea lo más grato posible y vivas la mejor experiencia!
- Si te decides a viajar en Verano, podrás librarte casi de toda lluvia, pero el clima es más seco, la temperatura más alta y será indispensable que te prepares para ir con ropa fresca y lo necesario para hidratarte con mayor frecuencia.
- Si elijes la Primavera, hazlo entre finales de mayo y junio.
- Lleva impermeable y prendas para lluvia, así como una mochila resistente al agua, un cubremochilas impermeable y algunas bolsas de plástico en las que meter tus pertenencias dentro de la mochila para que no se mojen.
- Elije la ropa que llevarás de acuerdo a la estación del año de tu andar. Recuerda que no es lo mismo una lluvia en medio del calor, que la humedad en el frío, ni la ropa podría ser igual.
- Invierte en un buen par de zapatos o botas para senderismo impermeables y que no te dejen resbalar, recuerda que con las lluvias aparece el lodo o barro y queremos que vayas con la mayor seguridad.
- Si puedes prever la lluvia, encontrarás en el camino diversos lugares donde refugiarte o hacer una parada extra.
- Si te toma por sorpresa, busca un poblado, taberna, albergue cerca o toma un transporte, es posible que encuentres alguno cerca del trayecto que te encuentres.
- Estudia tu ruta, así sabrás si puedes hacer algún cambio, extender tu estancia en algún pueblo o cambiar de sendero, lo importante será evitar las zonas más resbaladizas y aumentar la seguridad.
Como puedes ver, la lluvia en el Camino de Santiago no tiene por qué ser un impedimento para vivir una de las mejores experiencias de tu vida. Basta con prepararte bien y tu recorrido será ¡completamente placentero, bueno e inolvidable!
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